martes, 16 de marzo de 2010

El rock argentino abrazó a Chile


Primero los números: más 100 mil personas juntaron 60 toneladas de donaciones entre alimentos no perecederos y abrigos, que serán donados a una escuela de 180 chicos pobres en la ciudad de Concepción, la más afectada por el reciente terremoto en Chile. Esas donaciones aseguran dos años de comida para esos chicos, y un año de ropa. Todo esto afirmado por Juan Carr, de la ONG Red Solidaria, y una muestra palpable de hermandad entre los habitantes de la Argentina y Chile.

Pero para que este gesto ocurra hubo un recital gratuito en Avenida Figueroa Alcorta y La Pampa, en el predio donde se erige el monumento a Martín Miguel de Güemes. Y con tres números centrales muy convocantes: Gustavo Cerati, León Gieco y Los Fabulosos Cadillacs. Y el comienzo, tras una intro a cargo de Ricardo Darín, tuvo a Gustavo Santaolalla con Gieco, previo a que el ex Arco Iris se tome otro avión que ratifique su condición de ciudadano del mundo. "Hagamos una que sepamos todos", dijo Santaolalla, antes de una hermosa toma de "Mañana campestre".

El lazo que une a Cerati con Chile es "harto conocido": su ex esposa Cecilia Amenabar es chilena y, tal como el propio ex Soda Stereo se preocupó por aclarar desde el escenario, sus hijos también. Una muñequera con la bandera chilena reafirmaba todo esto, más un look casual (¿cuánto hacía que no se lo veía en vivo con jeans?) pero con un sombrero con una pluma que reafirmaba su eterno glamour.

Su set fue sin concesiones. Como dicen los comentaristas deportivos cuando un futbolista juega demasiado bien, Gustavo estaba "intratable". Tras un comienzo zeppeliniano con "No te creo", "Avenida Alcorta" unió al barrio porteño de Nuñez con el santiaguino de Providencia. Y promediando el show, la primera sorpresa: un pelicorto Andrés Calamaro se unió a su extraordinaria banda de apoyo (Samalea, Coleman, Nalé, Fresco, Gonzalo Córdoba y Anita Alvarez de Toledo) para sentidas versiones de "Crimen" y "Trátame suavemente" (la única página gaseosa de la lista). Cerati se siguió sacando sus ganas de tocar la viola, con sentidos solos en "Puente" (el "Gracias por venir" tuvo más de una connotación) y "Lago en el cielo". Excelente por donde se lo mire.

Y luego que Pedro Aznar repasara sendos temas de Violeta Parra y Víctor Jara, llegó el turno de Gieco. "La memoria" abrió su show, como suele ocurrir de un tiempo a la fecha. Andrés Giménez se sumó para "Cinco siglos igual", y luego junto con D Mente León repasó lo mejor de su repertorio histórico en clave hard rockera. Para "La mamá de Jimmy", histórica página de Porsuigieco, ingresó Raúl Porchetto para la segunda voz, en lo que fue su retorno a las grandes ligas. "Pensar en nada" cerró el concierto, pero no así las apariciones de Gieco.

"Manuel Santillán, el león" fue la apertura del set de LFC, que contaron con la ausencia de Sergio Rotman (de vacaciones en Puerto Rico). Un Vicentico exultante como pocas veces fue el maestro de ceremonias perfecto para una fabulosa andanada de hits: "El genio del dub", "Vos sabés", "Demasiada presión", "Mal bicho". El habitual cover de "Guns of Brixton" de los Clash se transformó en "Guns of Chile", y para el final con "Matador" se sumaron Gieco (quizás, la primera colaboración entre León y LFC desde "Cantorcito de contramano"), Hilda Lizarazu y el trío chileno The Prostitution, que acompaña a Charly García.

El final fue el lógico: todos los participantes (salvo Cerati y Calamaro) entonando "Sólo le pido a Dios", comandados por el Rey León. Otra página solidaria de los argentinos ya se transformaba en historia, y de la buena.

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