Ayer fue noticia Lil Wayne, en los Estados Unidos. Hoy le tocó el turno a Pete Doherty, en Inglaterra. Y ambos por problemas similares, a punto que es poco probable que tanto el rapper como el líder de Babyshambles tengan ganas de festejar el fin de 2009. Mientras una patrulla caminera interceptó el bus en el que Lil viajaba por Texas junto a su troupe y encontró marihuana –situación por la que estuvo demorado, debió suspender un show y sumó una causa judicial a las varias que ya tiene-, Pete fue en ese mismo sentido, pero mucho, mucho más allá.
A la salida de los tribunales de Gloucester, donde fue juzgado por conducir borracho, volvió a ser arrestado. Resulta que al término del juicio, Pete fue condenado a pagar una fianza equivalente a 2300 euros más la inhabilitación para conducir durante año y medio. El músico pagó y salió cantando bajito, pero la tranquilidad le duró poco y nada, porque ahí nomás volvió a ser arrestado, esta vez por supuesta posesión de heroína. ¿Cuándo? Ahí mismo, durante toda su presencia en el Palacio de Justicia. Parece que al ser revisado por personal de seguridad, Pete dejó caer involuntariamente un sobre que contendría a simple vista cristalitos azules, que inmediatamente guardó como si nada. El seguridad lo dejó seguir su camino, pero obviamente avisó a la policía, que lo estaba esperando en las puertas de tribunales. No se sabe si es cocaína, crack, heroína... Tal vez sea talco. Pero la acusación es por tenencia de substancias "clase a". ¿Pete está loco, parece loco o qué le pasa?
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